Diana de Dardos


Esta es una pregunta que todo jugador de dardos se ha hecho al menos una vez en la vida. Quizá fue la primera vez que se enfrentó a la diana, quizá tras meses o años de práctica. Pero siempre acaba surgiendo la pregunta. ¿Quién decidió distribuir los números en una manera tan aparentemente aleatoria? Y sobre todo, ¿por qué?

Una pequeña clase de Historia

Diana Madera Se cree que los juegos de puntería se originaron inicialmente en Francia en época medieval. Para jugarlos, se creaban blancos que se fabricaban a partir de secciones más o menos redondas del tronco de un árbol, en el que se pintaban círculos concéntricos de diferentes colores. Nada demasiado similar a las actuales dianas.

Con la invasión normanda de las islas británicas, los juegos cruzaron el mar. Y fue precisamente en Gran Bretaña donde nació el diseño actual.

Hay dos grandes candidatos para el título de creador de la diana de dardos moderna.

El primero de ellos es un tal Brian Gamlin, un carpintero del condado de Lancashire que se cree que elaboraba sus propias dianas para conseguir un ingreso extra, y que habría creado el diseño en algún momento de finales del siglo XIX. El segundo es Thomas Buckle, un artesano de Yorkshire de principios del siglo XX.

Pero fuera Gamlin o Buckle, ¿por qué tuvo el creador la idea de dividir la diana en gajos y distribuir la puntuación de manera tan aparentemente estrafalaria?

Una distribución ingeniosa

Diana Electrónica Lo cierto es que había un buen motivo, y el resultado es ciertamente brillante. La distribución ideada por Gamlin está diseñada para minimizar el efecto del azar en el juego.

Los números están distribuidos para premiar la precisión, y también para castigar la falta de ella. Los números de mayor puntuación están flanqueados por los números de menor valor. Así, el 20 está acompañado por el 1 y el 5; el 19, por el 3 y el 7; el 18, por el 1 y el 4; y el 17, por el 2 y el 3. De esa manera, el jugador que ejecuta mal el lanzamiento se probable que sea vea muy penalizado.

La distribución númerica es una pequeña maravilla matemática que convierte el juego en un auténtico reto que exige del jugador precisión, concentración y estrategia. Sin ella, el juego de los dardos no sería tan apasionante como actualmente es.

Si queréis completar más datos sobre la creación de las dianas modernas, podéis consultar el libro Darts in England 1900-39 – A social history, de Patrick Chaplin.